Rosquita

ROSQUITA fue entregada por su galguero al albergue municipal. Días antes nos habían llamado que el albergue estaba colapsado y que no podían coger ni un perro más, y que si por favor nos podían pasar todos los galgos que entrasen. Era la primera vez que se encontraban al límite de sus fuerzas y no querían empezar a sacrificar animales sanos.
ROSQUITA ni siquiera entró en la perrera, fue directamente a nuestra acogida. Allí ha estado desde noviembre de 2016 ya que surgieron casos mucho más urgentes que fueron atendidos antes.
ROSQUITA solo quiere estar con personas y recibir caricias. Se pasa el día entre mis piernas o a mi lado. Es una galga muy fácil y cariñosa que se nota ha tenido mucha falta de cariño.